El ministro de Economía, Gabriel Espinoza, ha sido categórico al afirmar que el Decreto Supremo 5503 no será modificado ni abrogado, argumentando que la medida es una “señal absolutamente seria y optimista” para el futuro económico del país, ya que no se podía seguir sosteniendo un subsidio a los combustibles que le costaba al Estado 10 millones de dólares diarios, recursos que además eran capturados por la corrupción y el contrabando.
Espinoza detalló que, de esos 10 millones diarios, aproximadamente 3 millones eran desviados ilegalmente al exterior, un drenaje de recursos que justifica, según su visión, la eliminación de un beneficio que no llegaba a quienes realmente lo necesitaban y que ahogaba las finanzas públicas.
Con esta firme postura, el gobierno descarta cualquier retroceso en la política de ajuste y enfatiza que el sacrificio actual busca sanear las cuentas nacionales y redirigir los recursos hacia inversiones más productivas y transparentes.