Llegó solo desde Zaporiyia porque sus padres se tuvieron que quedar en ucrania.
Un equipo de voluntarios se hizo cargo del niño, que llegó el sábado, y le dieron de comer y beber. La madre del menor lo metió en un tren rumbo a Eslovaquia porque se tenía que quedar en su casa para cuidar de la abuela, con discapacidad.
La policía de Eslovaquia declaró en la red social Facebook que el niño «se ganó el corazón de todos con su sonrisa, su valentía y su determinación, un trabajo digno de un verdadero héroe.