Más del 10% de la población japonesa tiene 80 años o más, informó el Gobierno este lunes 18, es preocupante en la crisis demográfica del país, siendo que está envejeciendo rápidamente con un 29,1% de la población, definidos como mayores de 65 años.
El Ministerio dio a conocer las cifras con motivo del Día del Respeto a los Mayores.
Esto representa la caída en picada de la tasa de natalidad y a una reducción de la población que podría afectar a la financiación de las pensiones y la asistencia sanitaria a medida que aumente la demanda de la población de edad avanzada.
La tasa de fertilidad es del 1,3, muy por debajo del 2,1 necesario para mantener una población estable en ausencia de inmigración.
Las muertes son más a los nacimientos en Japón durante más de una década, lo que plantea un problema cada vez mayor a los dirigentes de la tercera economía mundial.
El gobierno japonés ha animado en la última década a más personas mayores y madres que se quedan en casa a reincorporarse al mercado laboral con el fin de reactivar el vacío laboral que dejan los mayores de edad.
En China, Corea del Sur, Singapur y Taiwán atraviesan crisis similares, luchando por animar a los jóvenes a tener más hijos, ante el aumento del coste de la vida y el descontento social.