El delantero brasileño hizo un llamado para terminar con los insultos en el fútbol tras agredir a un jugador del Olympique de Marsella.
Neymar podría ser sancionado hasta con siete partidos de suspensión por agredir al futbolista español Álvaro González en el partido entre el Olympique de Marsella y el PSG el pasado domingo.
El brasileño fue expulsado del partido tras agredir a González, sin embargo, el delantero del PSG reclama que recibió insultos por parte de su oponente e incluso ya se lo había advertido al árbitro en la primera mitad del encuentro.
El delantero ocupó sus redes sociales para hacer sus descargos y denunciar el racismo que aún persiste en el fútbol y que por años se ha intentado erradicar.
"Acepto mi castigo porque yo debería formar parte del deporte limpio, pero espero que 'los agresores' también sean castigados. El racismo existe, pero nosotros tenemos que pararlo, no más, suficiente", dijo el delantero en un comunicado de publicó en su cuenta de Instagram.
Neymar apeló a sus orígenes en Brasil y acusó que esperaba que los árbitros se posicionaran de forma imparcial. "Yo soy negro, hijo de negro, nieto y bisnieto de negros también. Estoy orgulloso y no me veo a mí mismo diferente de nadie".
"Ayer quería que los responsables del juego (árbitros, asistentes) se posicionaran de forma imparcial y comprendí que ya no hay lugar para actitudes de prejuicio.", agregó.
"Voy a seguir mi camino, que es jugar al fútbol. Permanezcamos en paz, saben de lo que hablo… yo se lo que hice… más amor para todo el mundo", finaliza el comunicado.
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