El emocionado relato de Steve Rosenthal de 72 años fue: “Gracias a Dios estoy vivo, creo que mis padres estaban pendientes de mí”.
Este hombre se encontraba en su apartamento, del séptimo piso de un edificio colapsó en Miami, Estados Unidos.
Rosenthal vivía en la unidad 702 del edificio residencial del complejo Champlain Towers South que el pasado jueves, tuvo que pasar uno de los episodios más duros de su vida, ver desde adentro como el lugar que habitaba colapsaba en su estructura, pero logrando salvarse de milagro.
El hombre contó que aproximadamente a la 1:30 de la madrugada sintió y escuchó el mayor estruendo de su vida. Dijo: “En unos segundos la cama y la habitación empezaron a temblar”.
En medio de los fuertes temblores, empezó a caer polvo del techo. Escuchó los estremecedores gritos de sus vecinos. “¡Ayuda! ¡Sáquenme!”.
Conozco a esta gente añadió “son mis vecinos, es algo muy triste pero no puedes hacer nada por todo el hormigón, todo se ha caído”, dijo Rosenthal.
Llegó a tomar una foto del pasillo común, justo frente a la puerta de su apartamento. En la misma se puede ver el camino bloqueado por hormigón, acero y otros escombros, impidiendo el paso hacia el resto de las unidades del séptimo piso.
“Estaba asustado. De repente, me asomé al balcón y habían 40, 50, 60 camiones de bomberos. Nos gritaban deben evacuar vamos a ir rescatarlos”, afirmó.
Los bomberos lo asistieron, a él y a un par de personas más, y los pusieron a salvo. “Gracias a Dios estoy vivo” manifestó. Rosenthal presentó una demanda contra el edificio y esta trabajando con Global Empowerment Missión para ayudar a los sobrevivientes.
Las autoridades locales y estatales redoblan esfuerzos para localizar sobrevivientes entre los escombros. El domingo la cifra oficial de fallecidos subió a nueve y los desaparecidos son 156.