Mientras la mayoría de los países luchan por controlar la pandemia del coronavirus, más ahora con la aparición y propagación de la variante Delta, Dinamarca vive una realidad totalmente diferente.
Este sábado la nación europea eliminará el uso obligatorio de la mascarilla en el transporte público. Esta medida ya no era obligatoria como norma general en interiores desde hacía dos meses, salvo al entrar y salir del transporte público.
Esto debido a que el gobierno ha podido mantener los casos de contagio a raya, además de que la mayoría de la población está vacunada.
“Ahora estamos en otra situación distinta, con gran parte de la población ya vacunada, y volvemos a un día a día más normal. Eso significa también que decimos adiós a las mascarillas en autobuses, tren y metro”, señaló el ministro de Transporte, Benny Engelbrecht.
El único lugar en el que seguirá siendo obligatorio llevar mascarillas será en los aeropuertos, ya que ahí se siguen las directrices internacionales.
El éxito de Dinamarca, a diferencia de otros países de Europa, se debe a una estrategia de test gratuitos, rastreo y secuenciación.
Dinamarca es uno de los países menos afectados por la pandemia en Europa, con 2.556 fallecidos por coronavirus y una tasa de mortalidad de 43,93 por 100.000 habitantes.
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