El señor Eduardo Medrano, un apasionado de la Navidad, realiza un acto mágico dos meses antes del 24 de diciembre. Desde hace 64 años, lleva a cabo la creación del pesebre más grande de Santa Cruz como un tributo a su amor por esta festividad. Su inspiración se remonta a su infancia, cuando a la edad de 12 años, su madre le regaló un niño Jesús, semilla de la idea de dar vida a la Navidad a través del pesebre.
El pesebre que monta en una mesa de dimensiones de tres por tres metros es una obra maestra compuesta por más de 500 piezas, todas elaboradas a mano. Eduardo continúa aumentando el número de piezas cada año al cambiar la temática. Para esta temporada, ha optado por representar un pueblo de Belén.
Utilizando materiales ingeniosos como cajas de cartón, plastoformo, vasos de mantequilla y cualquier envase que pueda servir para manualidades, Eduardo da vida a cada pieza del pesebre. Su nieta, Davinia, de 13 años, ha heredado todas sus habilidades y será quien continúe con esta hermosa tradición que ya lleva 64 años en marcha.
El proceso de armado comenzó el 1 de octubre y se espera que esté completo en los primeros días de diciembre, justo a tiempo para encender la magia de la Navidad en la comunidad de Santa Cruz.