Ante el paro nacional de transporte, motoqueros con vehículos particulares se han convertido en una alternativa clave para la movilidad en La Paz, ofreciendo servicios de mototaxi con tarifas que varían desde los 5 o 10 bolivianos para trayectos cortos hasta los 20 o 30 para recorridos largos, aunque algunos usuarios denuncian que ciertos conductores aprovechan la desesperación para cobrar precios excesivos.
Entre estos voluntarios del volante hay estudiantes como Mario, quien cursa ingeniería electromecánica y aprovecha su moto para ayudar a quienes lo necesitan y generar un ingreso extra que le permite colaborar en su hogar, demostrando cómo la crisis ha generado oportunidades informales de trabajo y solidaridad en medio de la emergencia.
Estos motociclistas no solo sortean puntos de bloqueo y evitan las interminables filas del teleférico, sino que también se organizan a través de redes sociales para ofrecer sus servicios, reflejando la capacidad de adaptación de la ciudadanía frente a la paralización del sistema de transporte público.