Los síntomas más comunes de una insolación son dolor de cabeza con palpitaciones, alta temperatura corporal (39° c o más), alteración del estado mental, cara congestionada, confusión, desorientación, agitación, irritabilidad, debilidad, deshidratación, somnolencia, náuseas, pulso acelerado. En una condición más agravada, llegando al golpe de calor, el paciente podría llegar a la pérdida del conocimiento, convulsión, hasta un derrame cerebral o infarto.