El descubrimiento de Plutón ha puesto en jaque a la comunidad científica en su momento, cuando muchos querían denominarlo como un “planeta enano” y no un planeta como los demás cuerpos celestes que componen al sistema solar.
Pero lo que también asombró a los científicos fue la órbita de Plutón, misma que comparte con una luna de casi la mitad de su tamaño, Caronte.
La primera vuelta de este recorrido a través del sistema solar culminará el lunes 23 de marzo del año 2178.
Las causas de este recorrido inmenso para el planeta es la fuerza gravitacional que comparte con su luna y con los de más planetas del sistema solar, en especial con Neptuno, uno de los gigantes gaseosos del vecindario cósmico.
Sin embargo, uno de los elementos que también influye en la órbita de Plutón es la forma del trayecto que sigue el “planeta amoroso”, que es lineal, a diferencia de la Tierra que roza la forma circular.
La trayectoria está marcada por un cierto grado de inclinaciones, lo que en el pasado incluso ha sacado algunos planetas de órbita, convirtiéndolos en planetas de ambulantes o “zombi”, que yacen a la deriva en el frío vacío del espacio.
En el caso de Plutón, presenta una inclinación de 0.25, lo que hace su órbita de dimensiones exorbitantes.