Un trabajo liderado por el ingeniero español Jorge Rodríguez afirma que inmunizar a quienes tienen más intercambio social sería más eficaz que hacerlo con los adultos mayores, o personas con enfermedad de base. El objetivo del estudio es bloquear la propagación, independientemente de la edad y de los problemas de salud previos que tenga una persona.
El español argumenta que para una mayor efectividad y reducción de índices de mortalidad, primero debería vacunarse a las personas que transmiten el virus, una población integrada principalmente, por jóvenes y trabajadores esenciales. “Sí distribuyésemos la vacuna inicialmente a aquellos grupos que tienen más interacciones en lugar de distribuirla a aquellos que en principio tienen una mortalidad más alta, sea por la edad o por otra circunstancia, esto conlleva a un corte de ese crecimiento exponencial, estamos hablando de miles de posibles fallecimientos que podrían, teóricamente, con esta estrategia, prevenir si se hace de ésta manera”. Se trataría de logística, según Rodríguez “El que debe vacunarse primero es aquel que puede contaminar, que puede infectar a más personas”.
Según el autor del estudio su trabajo se trata de tan solo un punto de vista adicional para que forme parte del proceso de decisión en la distribución de vacunas.