“Eventos de Miyake” así es llamado los eventos miles de veces más potente que una erupción solar típica y cuya naturaleza aún no está clara, se necesita datar con precisión en qué ocasión han tenido lugar los anteriores a fin de encontrar algún patrón y predecir al fecha exacta en la cual ocurrirá el próximo.
Cuando la radiación alcanza la atmósfera de la Tierra, puede alterar los átomos de nitrógeno contra los que choca para producir una forma de carbono, que a su vez es absorbido por las plantas.
La vinculación de los picos de este isótopo de carbono con los anillos de crecimiento de los árboles, y dado que los árboles agregan un nuevo anillo de crecimiento cada año, la deposición de radiocarbono se puede rastrear a través del tiempo, brindando un registro de la actividad de radiación durante decenas de milenios.
Según explica el astrofísico Benjamin Pope de la Universidad de Queensland en Australia: “Necesitamos saber más, porque si uno de estos ocurriera hoy, destruiría la tecnología, incluidos los satélites, los cables de Internet, las líneas eléctricas de larga distancia y los transformadores. El efecto sobre la infraestructura global sería inimaginable”.