Entre los planes más ambiciosos del gobierno figura el empadronamiento de los productores de la hoja de coca, esto, como parte de una nueva política contra las drogas. Una iniciativa emprendida por el jefe de gabinete Aníbal Torres del Consejo de Gabinete.
Con el objetivo de retirar las fuerzas armadas de los valles cocaleros y reubicarlas en Madre de Dios para combatir la explotación minera ilegal que esta acabando con la selva amazónica.
“Es indispensable, al menos durante un año, comprar la hoja de coca a los actuales productores empadronados y a los que defina el nuevo padrón a construir”, dijo Torres. Un plan que pretende conformar lo que el oficialismo peruano denomina como un “pacto ciudadano”.
Sectores de la oposición no tardaron en dar a conocer su posición al respecto. El exministro del Interior, Ruben Vargas afirmó “El mensaje es ‘siembre coca’, y es muy peligroso porque estamos hablando de una materia prima utilizada por el narcotráfico”.
Según la ex autoridad, esto significa dos caminos para el productor de coca, “el campesino va tener dos mercados, el estatal que está promoviendo el gobierno y el narcotráfico”.
Según estadísticas oficiales de la Organización de las Naciones Unidas, Colombia, Bolivia y Peru, encabezan la lista de los mayores productores mundiales de hojas de coca y de cocaína.