El pasado sábado, el gobierno de Pedro Castillo sorprendió al proponer la castración química para los violadores de menores de edad, adolescentes y mujeres. En relación al caso de violación sexual de una niña de tres años ocurrido en Chiclayo.
Sin embargo, el exministro de Salud y urólogo, Alberto Tejada, hizo recuerdo a que esta medida ya había sido planteada anteriormente sin éxito por las dificultades de su aplicación y su poca eficacia para evitar agresiones sexuales.
“Evidentemente, esta iniciativa del presidente (la castración química para violadores) es un sentir público. Buscan generar un castigo sobre el agresor. Sin embargo, esta propuesta no es nueva, ya han existido, año tras año, propuestas parecidas. El tema acá es la viabilidad y efectividad, y si es la solución al problema”, dijo.
Se debe hacer mención de que la castración química es un procedimiento con el cual, a través de sustancias inyectables, se bloquea el eje hormonal que tiene el hombre a nivel del cerebro, lo que genera la pérdida de la libido o el impulso sexual. El efecto de estas sustancias se comienza a sentir recién a los 28 días de aplicadas.
Alberto Tejada también explicó que para lograr la castración química se necesita aplicar permanentemente un medicamento, ya sea de manera mensual, trimestral o semestralmente, así se reducen los niveles de testosterona en el individuo. “Es como si una persona fuera diabético y tenga que estar pendiente dándole insulina para tener controlada su azúcar”, indicó.
“Por ello, estaríamos sujetos al uso continuo e indeterminado del medicamento. Además, se necesita supervisión para que esto sea efectivo. Por esto no ha sido viable por mucho tiempo, al margen de los principios constitucionales”, agregó.
Es por ello que el especialista manifestó que es casi imposible controlar dentro de las cárceles del Perú la aplicación continua de los químicos. “Lo complicado es el costo y la vigilancia de que los medicamentos lleguen dentro de un penal, donde hay una logística muy complicada. Entendemos que el sistema penitenciario tiene enormes falencias alimentarias, humanitarias, entre otras”, precisó.