El fuego no ha parado en el noreste de California desde el pasado 14 de julio. Las autoridades del Condado de Plumas dieron la orden de evacuación debido al peligro que corren los habitantes permaneciendo en el lugar.
Hasta el momento se han quemado alrededor de 200 mil hectáreas. Solo del domingo hasta hoy, el fuego consumió más de 10.000 hectáreas.
Ya son 23 días que los intentos continúan, sin embargo no logran sofocar las llamas. La situación se va agravando porque las condiciones del tiempo son cálidas, secas y ventosas, lo que hace más complicado el trabajo del Departamento de Silvicultura y Protección contra los Incendios de California.
A pesar de que hay casi 6.000 bomberos que se encuentran desplegados sobre la región, el fuego va ganando terreno con cada hora que pasa. La mayoría de los negocios que estaban en el centro de la ciudad quedaron en cenizas y escombros.
El incendio de Dixie, como se lo llama, se volvió el más grande de la historia californiana. Y es uno de los once incendios forestales que continúa preocupando día a día.