La anulación de este procedente ha salido adelante con el voto a favor de seis jueces conservadores y el no de tres liberales. Esta sentencia no prohíbe como tal el aborto, se devuelve la potestad a cada estado para legislar en cuanto a la autorización o prohibición del aborto.
La sentencia brindó a las mujeres norteamericanas la posibilidad de interrumpir su embarazo en los tres primeros meses.