La ropa usada ha sido un método de sustento de algunas familias en el país, el ingreso de vestimentas desde mercados en oriente y provenientes desde Estados Unidos, ha permitido que estos mercados prosperen, masificando esta opción. Sin embargo, la venta de ropa usada se encuentra prohibida desde el 2006 en el país, medida que no ha sido suficiente para detener su comercialización.