Trabajadores de la construcción encontraron a un menor de cinco meses abandonado en una carpa donde guardaban sus herramientas de trabajo. Tras ver al recién nacido asfixiado en llanto, recurrieron a la policía.
“Cuando llegamos, el bebé estaba ahogado en llanto, pero tenía un biberón con un poco de leche, le dimos y eso lo tranquilizó. Me dio pena porque tengo un hijo pequeño”, aseguró el efectivo policial encargado del caso.
El suboficial Germán Cusi Copa, conmocionado con la situación, manifestó sus deseos de adoptar al bebé en la carpa de Yapacaní. Horas después los padres del bebé se aproximaron a la Defensoría de la Niñez, donde su madre afirmó haber dejado al bebé tras una discusión con su pareja.
Las autoridades indicaron que brindarán orientación psicológica a los padres para que el lamentable caso no se vuelva a repetir.