Shaquille O’Neal fue uno de los mejores jugadores que ha tenido la NBA. Con cuatro anillos dentro de la competencia, el nacido en Nueva Jersey fue una de las estrellas de Los Angeles Lakers y Orlando Magic, cuando hacía maravillas en la segunda mitad de los 90 y los 2000.
Además de su talento, el jugador llamaba la atención por su impresionante estatura y contextura física. Sin embargo, como suele suceder en ocasiones, cuando los deportistas dejan la actividad comienzan a ganar peso y muchas veces puede afectar su salud.
Eso es lo que ocurrió con O’Neal, quien comenzó a subir de peso el último tiempo y que aumentó todavía más producto del fallecimiento de su hermana y su compañero Kobe Bryant.
“Mi hermana falleció, luego Kobe Bryant, y también otras 28 personas fallecieron. Fueron muchas pérdidas. Fue un año realmente malo, y no quería hacer nada”, dijo el ex jugador de 49 años a Men’s Journal.
El estadounidense comenzó a comer y a estar horas frente a la pantalla viendo series y películas. “Cuando eso sucede, pero quieres evitar otro tipo de problemas, hay dos cosas que puede hacer: comer y Netflix”, aseguró.
“Mi problema es que siempre he sido un tipo de sándwiches. Sándwich para el almuerzo, sándwich para la cena, sándwich para la merienda. Y cuando todo se me vino encima el año pasado y no podía dormir, me levantaba y me hacía un sándwich a las tres de la mañana, otro a las cinco… Me di cuenta de que no podía seguir así, y me dije a mí mismo, ‘quiero quitarme la camisa en Instagram por última vez'”, señaló.
Sin embargo, un día vio su cuerpo y tomó consciencia de que debía cambiar sus hábitos alimenticios y bajar de peso realizando ejercicio físico.
“No más pan, no más galletas de chocolate y limón a altas horas de la noche, no más pasteles, nada de eso. He estado haciendo esto durante seis meses, y solo como frutas, batidos de proteínas, ensaladas, pescado, pollo y espárragos u otras verduras. Porciones muy pequeñas y comer todos los días me ha ayudado a perder entre 11 y 13 kilos”, aseguró.
También comenzó a realizar actividad física que cambiaron su cuerpo radicalmente. “Hago 20 minutos de cardio, y luego un poco de pecho, bíceps, tríceps, abdominales y espalda”, dice.
“Empecé a ver cosas que no había visto en 20 o 30 años, como un abdominal marcado. Y no he tenido uno de esos desde que estuve en el Miami Heat de 2006”, aseguró.
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