Una de las pruebas más difíciles del Covid-19 es la soledad que experimentan los pacientes graves, producto del aislamiento. Sobre todo, si se encuentran internados en una unidad de cuidados intensivos, sin poder ver a sus familiares.
Cuando esto sucede, una de las principales carencias que tienen estas personas es el contacto físico con otros seres humanos, una necesidad básica para la mayoría.
Viendo esta necesidad, dos enfermeras de Sao Carlos, una pequeña ciudad ubicada en el estado de Sao Paulo, en Brasil, encontraron una manera de ayudar a estos pacientes o, al menos, para paliar su soledad. Han diseñado unos guantes de látex muy finos, en los que insertan agua caliente, dando como resultado una sensación que imita el tacto humano.
Semei Araújo Cunha y Vanessa Formenton, ambas trabajadoras de la UCI en el Hospital Santa Felicia, son las responsables detrás de esta artesanal pero efectiva técnica que ya se ha extendido a otros centros de salud de la zona, y que han bautizado como “Pequeñas manos de amor”.
El procedimiento es sencillo: llenan los guantes de látex con agua caliente, de las mismas duchas del hospital, quedando estos como si fueran globos de agua. “El paciente se siente cómodo, como si alguien le estuviera cogiendo la mano”, explicó Formenton a los medios locales.
Las enfermeras aseguran que estos guantes generan una diversidad de beneficios, incluso más allá del apoyo emocional. Entre estas mejoras se incluye el aumento del flujo sanguíneo. Esto se traduce en un experimento que podrá ayudar, además, a personas con bajos niveles de oxígeno, entre otras ventajas, recoge La Vanguardia.
Las profesionales desarrollaron este método hace un mes, justo en el momento en que el coronavirus estaba esparciéndose a gran velocidad en Brasil. Actualmente, el país sudamericano lidera el número de muertes en el mundo por Covid-19.
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