“Una de las cantantes indígenas más destacadas surgidas de América Latina”. Con esas palabras, la prestigiosa revista Rolling Stone describe a la cantautora Luzmila Carpio, quien fue nombrada como “leyenda” de la música de la región por el mismo medio.
La oriunda de Qala Qala, Potosí, canta, compone y toca el charango. Con sus interpretaciones realizadas en su nativo quechua, Carpio siempre buscó representar el orgullo hacia sus orígenes y expresar su rebeldía ante el colonialismo cultural. Actualmente, tanto mayores como jóvenes disfrutan de su música.
“Era un sueño que los jóvenes bailaran mi música con ritmos electrónicos. (…) Me fascinan las generaciones más jóvenes y creo que es vital que ellas también se reconecten con la Pachamama. El título de mi nuevo álbum, Inti Watana – El Retorno del Sol, alude a aferrarme al sol y atesorar sus múltiples regalos. Debemos reparar nuestra relación con la naturaleza antes de que sea demasiado tarde”, dijo la cantante.
Junto a Luzmila, la revista estadounidense también nombró como leyendas de la música de la región al ecuatoriano Polibio Mayorga, pionero de la cumbia andina, y a la dominicana Enerolisa Núñez, encargada de rescatar las tradiciones musicales de los ritmos afrodescendientes.
Luzmila Carpio se instaló en París y se convirtió en un portavoz esencial de la difícil situación de los pueblos indígenas, así como referente de la música y la cultura andina en el escenario mundial. Colaboró con una gran cantidad de músicos internacionales en casi una docena de álbumes, e incluso fue nombrada embajadora de Bolivia en Francia en 2006.
Aproximadamente una década después, una nueva generación descubrió su narración mediante la reedición de su álbum Yayay Jap’ina Tapes, publicado en del sello francés Almost Musique. Esto la puso en el radar del sello folktrónico estadounidense/argentino ZZK, que recurrió a su lista de productores electrónicos para elaborar un álbum de remezclas de 2015 y traer los cantos únicos de los pájaros de Carpio de regreso a las pistas de baile.