“Muchos perdieron la vida cubriendo conflictos, pero en los últimos años el número de trabajadores de medios muertos fuera de zonas de conflicto ha aumentado”, dijo el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres. Además agregó que, “en muchos países, investigar la corrupción, el tráfico, las violaciones de derechos humanos o asuntos medioambientales pone en riesgo la vida de periodistas”.
Lamentó que la impunidad por el asesinato de periodistas sea “extremadamente alta” y reveló que los datos de la Unesco muestran que “casi nueve de cada diez casos queda sin castigo”.
“Los periodistas hacen frente a innumerables amenazas, desde secuestro, tortura y detención arbitraria hasta campañas de desinformación y acoso, especialmente en la esfera digital”, dijo.
En la misma línea, la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, resaltó que, para muchos periodistas, “decir la verdad tiene un precio”.
Los Estados tienen una obligación de proteger a los periodistas y garantizar que los responsables de crímenes contra ellos son castigados, agregó Azoulay, para quien jueces y fiscales en particular tienen un importante rol “a la hora de promover procedimientos penales rápidos y efectivos”, reseñó.
Con ese objetivo, Unesco formó durante los últimos años a cerca de 23.000 funcionarios judiciales, incluidos jueces, fiscales y abogados. “Sólo permitiendo que se diga la verdad podemos hacer avanzar la paz, la justicia y el desarrollo sostenible en nuestras sociedades”, concluyó Azoulay.