La venta de pan en Bolivia se ha normalizado, y el precio se mantiene en 50 centavos tras las negociaciones entre el Gobierno y el sector panificador.
Este acuerdo se alcanzó en medio de un contexto de desabastecimiento, que generó preocupación entre los consumidores y presión sobre las autoridades.
Las autoridades y los panificadores acordaron implementar subsidios para garantizar la estabilidad del precio, destacando la importancia de este alimento básico para la población boliviana.