A un año de la campaña denominada “Salvemos el lago Uru Uru” donde la población orureña y voluntarios, se unieron en plena pandemia, con el objetivo de limpiar este lugar turístico, que al pasar del tiempo se convirtió en un mar de plástico, logrando una exitosa labor, al recoger varias toneladas de basura y animales muertos debido a la contaminación de las aguas de este lago, que es reconocido por todo el planeta como Sitio Ramsar (uno de los humedales más importantes para el planeta tierra).
En la actualidad se muestra nuevamente una imagen muy desalentadora, como si nada hubiera pasado, como si jamás se hubiera limpiado, nuevamente nos encontramos con el mar de plástico que hace un año había quedado en el olvido, como un mal recuerdo o almezos eso era lo que pensábamos en su momento, ¿Quién falló? nos quedamos atónitos al toparnos con esta realidad, que nuevamente atenta contra la vida de la flora y fauna de la región, y más aún que es un atentado contra las poblaciones indígena originaria campesinas que viven de la caza, pesca y recolección de huevos de las aves del lugar.
El lago Uru Uru, situado al sur del departamento de Oruro, tiene una superficie de 214 kilómetros cuadrados. Se formó en 1962 por el desborde del río Desaguadero en su desembocadura en el lago Poopó, sobre la extensa planicie sedimentaria. Tiene una longitud de 21 kilómetros y un ancho de 16 kilómetros.
Tanto el lago Uru Uru como su vecino el Poopó son sitios Ramsar, lo que significa que se trata de humedales de importancia internacional. En ambos ojos de agua existen unas 76 especies de aves, 120 mil flamencos, plandas y peces endémicos o que solo se encuentran en Bolivia.