El caso de Darielvis Sarabia no estaba exento de este anhelo de un buen vivir fuera de Venezuela. Sin embargo, el riesgo que corría era alto. Partió con sus dos hijos un niño de un 1 año y una niña de 2. Los 3 se dirigían a Trinidad y Tobago un país de casi 1.3 millones de habitantes.
La búsqueda de una mejor vida resultaría en tragedia, luego de que la guardia costera trinitaria, los interceptara en medio de la noche.
Según la guardia costera, habrían interceptado la barca donde se transportaba Darielvis, iluminando la zona con un reflector y lanzando bengalas, como advertencia para que el conductor detuviese la nave.
La barca hizo caso omiso de estas advertencias y trató de eludir a la guardia, a lo que las fuerzas del orden respondieron con disparos.
Los guardias costeros alegan no haber visto a las personas en la barca a bordo de la barca porque estaban escondidos.
Darielvis, cubrió con su cuerpo a sus hijos de los disparos, pero, un proyectil habría atravesado su hombro e impactado en la cabecita de su hijo.
No fue hasta que alguien gritó “hay mujeres y niños abordo” que los disparos cesaron. La guardia costera se acercó y se percataron de una mujer ensangrentada y llorando encima del cuerpo de un niño.
Los patrullajes costeros se habrían incrementado en la zona, debido al recurrente tránsito de barcas cargadas de inmigrantes ilegales en busca de ese “buen vivir” fuera de Venezuela.