Esta serpiente, aparentemente de color negro con vientre rojo, pertenece a una familia de víboras venenosas. Ingresó a la casa de una mujer causándole susto y después molestia. Aún se desconoce la manera y el motivo de su llegada hasta el domicilio de dicha persona.
La reacción de la mujer fue rápida, buscó entre sus cosas una aspiradora para succionarla. Fue una técnica efectiva porque pudo atraparla y también evitó que se desplace por toda su casa.
Al tenerla atrapada, de inmediato llamó a un cazador de serpientes para sacar a la víbora de la máquina. El experto procedió a llevársela para reubicarla en la naturaleza e indicó que su veneno puede provocar daños irreparables en la salud de un ser humano.