Mike Sullivan tiene 72 años y desde que se jubiló, dice estar bastante aburrido. Trabajó durante 26 años en el ejército de Estados Unidos, pero cuando llegó el momento de pasar a la reserva se vio con demasiado tiempo sin ocupar. Por eso, junto a su esposa se apuntaron a un curso de manualidades, para aprender a hacer trabajos con madera.
Eso fue hace siete años y, desde entonces, Mike y Judy Sullivan se han especializado en hacer juguetes para niños. Lo han hecho a gran escala, ya que desde 2013 han creado más de 1.400 figuras de madera. Y, ahora, ha llegado la hora de hacer con ellos lo que siempre habían deseado: regalárselos a los niños.
“Gozamos de buena salud y podemos estar aquí de seis a siete días a la semana durante ocho a 10 horas. Es muy divertido, en el taller nos sentimos como en casa, resolviendo las cosas”, explicó Mike a CNN. Y, sobre todo, están juntos, algo que desean más que nada después de que hayan cumplido 50 años de matrimonio.
Judy se encarga de la decoración, pero también del control de calidad: “Paso las manos por todos los juguetes y busco algo que no debería estar allí como una rueda suelta o una astilla”. Mike, por su parte, es el ideólogo: “Los diseños me vienen a la cabeza cuando veo los juguetes”. Ahora, darán el mejor destino a esos objetos de madera.
En un año de pandemia, sus juguetes se han convertido en la tabla de salvación para muchos padres que han perdido sus empleos y que no podrán dedicarse a gastar dinero en juguetes para sus hijos. Por eso, Mike y Judi van a regalar cientos de juguetes a una guardería de la Misión de Rescate del Valle de Coachella, en el estado de California, aunque también han enviado juguetes a otros estados como Indiana y Texas.
Ellos lo hacen todo: ponen su tiempo, construyen los juguetes e, incluso, pagan los envíos. Además, cuentan con 15 nietos y cuatro bisnietos que se han convertido en los mejores probadores de sus diseños. Están más que felices con que sus diseños sirvan para que cientos de pequeños disfruten gracias a ellos porque, en el fondo, “somos un par de abuelos que hacemos lo que mejor sabemos hacer”.
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