Ocurrió el primer viernes del año, la madre olvidó apagar la k’oa y guardó el brasero dentro la habitación.
La madre sobrevivió y fue trasladada de emergencia a un hospital, mientras, los cuerpos de los menores fueron trasladados a la morgue.
La madre de los menores solicitó el alta médica del hospital el día sábado por la noche, su estado de salud era estable.
Los familiares aún esperan retirar los cuerpos de los niños para darle el último adiós.
El fiscal Edson Orellana descartó que se tratara de un doble infanticidio, ya que no se encontró signos de violencia en los menores, ni rastros de consumo de bebidas alcohólicas por parte de la madre.