Cuatro reos del complejo correccional Beamount del Estado de Texas utilizaron maniquíes para burlar la seguridad carcelaria y lograr escapar. Los guardias aseguraron que pasaron sus rondas nocturnas habitualmente y que durante las 12 horas de su turno no se percataron de nada inusual.
Se supo que dicho recinto carcelario presentaba falencias en su sistema de seguridad, las puertas cerradas pero no bloqueadas, no había personal operando las puertas, las chapas eran fáciles de manipular y además no contaban con cámaras de seguridad.
A esta cárcel, van recluidas personas no peligrosas, sentenciadas por uso de sustancias controladas y asaltos menores. Dicho penal también tiene antecedentes de haber registrado fugas en anteriores ocasiones.