Dos horas y media de vuelo sobre 1.700 kilómetros separan al aeropuerto de Dallas en Texas y al de Charlotte en Carolina del Norte. La semana pasada se presentó un evento bastante peculiar.
El avión de American Airlines partió de Texas rumbo a California. A una hora del viaje, el caos se apoderó de la aeronave. De acuerdo a la versión de los pasajeros, vieron que los asistentes corrían de un lado a otro con un semblante de preocupación.
El ambiente se tornó bastante tenso a la hora y media del vuelo. Todos los pasajeros ya sospechaban que algo grave sucedía. Hasta que el piloto habló con ellos y solo les dijo que había “una mala situación en el avión”. Los gritos y la desesperación no se hicieron esperar. Aún así, el piloto no contó el problema en concreto.
Minutos antes del aterrizaje, una de las azafatas tomó el altavoz y dio una explicación a todos los que se encontraban dentro. Una de las pasajeras habría sufrido una crisis mental y de manera desesperada quiso salir del avión. La mujer se aproximó a la puerta de salida y comenzó a golpear las puertas, diciendo que la dejen salir.
Se necesitaron cinco personas para detenerla y controlarla. Se vieron en la necesidad de atarla con cinta para que no se pudiera mover hasta el aterrizaje.
Al desembarcar el avión, los pasajeros fueron testigos de que efectivamente la pasajera se encontraba amarrada a su asiento. Momento que fue aprovechado para grabarlo.
La aerolínea americana ha colocado a la mujer en su lista negra de pasajeros.