En el bullicioso mercado Abasto, la señora María se destaca por su dedicación y esfuerzo, elaborando deliciosos buñuelos que venden junto a su hija Nue, de tan solo 10 años. Este dúo dinámico se enfrenta a la rutina diaria con una sonrisa, recorriendo los pasillos del mercado, donde cada buñuelo se convierte en una oportunidad para mejorar su calidad de vida.
A pesar de las adversidades, María trabaja incansablemente, ganando alrededor de 50 bolivianos diarios. Este ingreso es fundamental para cubrir los gastos del alquiler, los víveres y, en estos tiempos, los útiles escolares que su hija necesita. Hoy, como muchos días, su almuerzo consiste en arroz con huevo, un plato sencillo que refleja su realidad.
María se esfuerza al máximo por el bienestar de Nue, quien, a su corta edad, reconoce y valora el sacrificio de su madre. “Estoy muy agradecida por todo lo que hace por mí”, comenta Nue con una sonrisa que ilumina su rostro.
La señora María hace un llamado a la población: “Si compran mis buñuelos, podrán ayudarme a conseguir los útiles escolares y uniformes que Nue necesita para su educación”. Cada buñuelo cuesta solo 2 bolivianos, y con su apoyo, podrán continuar luchando por un futuro mejor.
Para quienes deseen colaborar, pueden comunicarse al 74169393.