No es novedad que el amor de los padres a veces es desmedido. Siempre velando por el bienestar y éxito de sus hijos en cualquier ámbito. Como Carlos Oña, quien dejó una huella en la vida laboral de su hija.
Rocío Oña es una joven cochabambina, quien hace algunos años abrió su consultorio dental. Su padre, Carlos, podó un árbol, le dio la forma de una muela y un letrero que dice: “dentista”.
Carlos realizó esta obra con el objetivo de atraer más pacientes para el consultorio de su hija. Acto que funcionó. Ese es el recuerdo que Rocío tiene de su padre porque él falleció por Covid-19.