Trump ha implementado un enfoque centrado en tres pilares: economía, seguridad y política exterior.
En el ámbito económico, promueve reformas fiscales y una postura proteccionista para proteger a la industria local.
En seguridad, su gobierno ha reforzado las leyes migratorias y de control, mientras que en política exterior, se enfoca en acuerdos comerciales que favorezcan a Estados Unidos, además de una postura firme frente a adversarios internacionales como China y Rusia.