En su primer día en el cargo, Donald Trump desmanteló el legado del demócrata Biden con una serie de órdenes ejecutivas sobre inmigración, economía y reforma del gobierno federal.
Trump prometió este lunes una “edad dorada” para Estados Unidos y poner fin a lo que, en su opinión, es la “decadencia” de gobiernos anteriores. En el marco de esa “marea de cambio” anticipada durante su campaña.
Anunció también deportaciones masivas y movilizaciones de contingentes militares. “Vamos a reinstaurar la política de ‘Quédate en México’, pondré fin a la práctica de detener y liberar y enviaré tropas a la frontera sur para repeler la desastrosa invasión de nuestro país” señaló Trump.
En el ámbito económico, anunció la declaración de una emergencia nacional para agilizar la concesión de explotaciones energéticas, poner fin a las políticas “verdes” y eliminar los subsidios a los vehículos eléctricos.
Trump también se propuso negar la ciudadanía a los hijos de migrantes indocumentados nacidos en territorio estadounidense. Sin embargo, ese derecho está protegido por la Enmienda 14 de la Constitución y su eventual invalidación se prevé que vaya acompañada de desafíos legales.
Por otro lado, Trump revocó también la orden del pasado 14 de enero con la que el entonces presidente, Joe Biden, sacó a Cuba de la lista estadounidense de estados promotores del terrorismo.
Asimismo, firmó este lunes una orden ejecutiva para retirar a Estados Unidos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), como lo hizo durante su primer mandato. Al firmar el documento en el Despacho Oval de la Casa Blanca, el republicano justificó su decisión al señalar que Estados Unidos aporta mucho más recursos que China a ese organismo.
“Estados Unidos reclamará su lugar que le corresponde como la nación más grande, más poderosa y más respetada de la Tierra, inspirando la sorpresa y admiración del mundo entero”, sentenció Trump en su discurso de investidura en la rotonda del Capitolio.