El estado Texas, en Estados Unidos, flexibiliza más el uso de armas y permitirá a sus residentes llevar pistolas y revólveres sin necesidad de obtener una licencia. Ya no será necesario sacar un permiso y registrar las huellas dactilares. Tampoco participar en un curso de formación y superar un examen escrito y otro de tiro.
El gobernador, Greg Abbott, firmó un proyecto de ley que ya había aprobado a finales de mayo. Texas ya permitía el porte libre de armas largas, como fusiles o rifles, y con esta nueva normativa se suma a una veintena de estados con leyes similares en el país.
La presión ejercida por grupos conservadores ha sido decisiva en la tramitación legislativa ante el escepticismo de organizaciones policiales, del mismísimo gobernador, incluso de la mayoría de la ciudadanía.
Una encuesta de la Universidad de Texas y del medio local ‘The Texas Tribune’ indicaba que el 59% de las personas rechaza el libre porte de armas sin licencia. Tan solo la apoya el 34% de los locales.
A partir de septiembre este proyecto de ley, del estado de Texas, entrará en vigor para todos sus residentes.