Maltrato Psicológico
El maltrato psicológico es el uso regular y deliberado de palabras o acciones no físicas realizadas para debilitar, herir, manipular o asustar mental y emocionalmente a una persona para tener el control sobre ella, según lo define SaveLives.
“Se caracteriza por su sutileza y los síntomas suelen estar más enmascarados”, explica Silvia Vidal, psicóloga y divulgadora en @queridaneurona.
Las consecuencias de este tipo de maltrato son tan graves como son las del abuso físico y puede llegar a causar problemas de salud, como depresión y ansiedad, problemas físicos como úlceras estomacales, palpitaciones y trastornos de la alimentación e insomnio, según dice el National Health Service.
En los casos más comunes puede que el agresor no valore los logros de la pareja, se dirija a ella con comentarios o bromas humillantes, invalide sus emociones o culpe a la víctima de situaciones de las que no es responsable.
Por estas características es complicado detectar que puedes estar sufriendo este maltrato o que alguien a tu alrededor lo padece. Esto no es una conducta que se da en el momento, sino que es un conjunto de cosas que se dan poco a poco, de forma constante y a largo plazo.
- Tu verdadera esencia desaparece
La persona ya no brilla como antes, te puedes dar cuenta en lo que es ahora y como era antes, se puede notar que ha perdido su ‘esencia’.
Los cambios que se ven en el transcurso de este abuso los cuales pueden ser físicos; también se ven cambios en cómo se relaciona con su entorno y cómo cambia emocionalmente la persona a medida que esta relación avanza.
Si ya no hace lo que antes hacía para divertirse, o ya no realiza simples detalles que le daban ese brillo y ahora desaparecieron, es momento de alarmarse.
La persona que sufre esto suele estar en tensión constante, por ejemplo, en lo que puede decir y lo que no, tal vez tenga que reprimir el llanto para evitar que su pareja le diga que exagera, minimizando lo que siente; o evita hacer ciertas cosas para que no se enfade y evitar cualquier tipo de problema. ¡Esto no es normal!
“En las relaciones hay que sentir tranquilidad, no hay necesidad de esconder cosas”, comenta Vidal. Si la persona vive más en ansiedad e intranquilidad, usualmente el entorno lo detecta y advierte sobre ello pero la víctima no lo acepta.
- Alejamiento por el Control
Otra vez, debemos estar atentos si hay algún tipo de cambio en sus actitudes comunes que tendría esta persona. Si ahora ya no tiene tiempo para los amigos o familia, si ya no mantiene otro vínculo social a parte del que tiene con el agresor, y antes era todo lo contrario, es otra señal de alerta.
De forma externa se puede pensar que la víctima quiere aislarse, pero la realidad es que está siendo incitada a hacerlo de forma muy sutil e indirecta.
No es lo mismo aislarse cuando sufres este maltrato que cuando empiezas la relación y solo quieres tiempo con esa persona por la etapa que se está viviendo en el momento. Vidal dice, “se está en ese momento de pasión que suele tener caducidad”, es decir, que en algún momento pasará esa etapa y vendrá otra, no se permanecerá así por siempre.
Lo que está detrás de este aislamiento permanente es el control que realiza el agresor. El agresor toma el control y sabe absolutamente todo de la víctima, con quién, en dónde y qué hace las 24 horas del día. De esta forma la víctima será aislada por el agresor. La forma más común de hacerlo es hablando mal de los familiares y amigos, dejando un mensaje en el subconsciente de que esas personas no aportan nada bueno a la víctima y que debería alejarse.
Si sufres esto o notas que alguien está pasando por ello, se podrá ver en detalles que sobrepasan el cariño y respeto de una relación sana, como por ejemplo el mandar fotos de lo que haces y con quienes estás, mandar ubicación para que vea donde te encuentras siempre para que te crea y respalde lo que le dices, son formas de control que el agresor ya maneja sobre la víctima.
- La forma de contar la historia
Usualmente la víctima cuenta poco, nada o lo que le conviene de esta relación y si logras que se abra acerca del tema, ten por seguro que encontrará formas de justificar al agresor aunque sea demasiado injustificable lo que él está haciendo.
“Lo hizo porque me lo merecía”, “Es que soy un exagerado” “Soy una mentirosa por eso no me cree”. Estas ‘justificaciones’ son direccionadas a un solo punto, y es que la persona agredida suele creer que es culpable de todas los abusos que recibe.
Vidal es puntual cuando dice, “Esta emoción nos dice muchas cosas y, en este tipo de relaciones, es signo de que algo está mal porque en una relación no debe haber culpables. Pregúntate si eres siempre, de los dos, quien se siente culpable y, si es así, revisa qué está pasando”.
Otra forma para darse cuenta de que el maltrato está comenzando, es ver si el comportamiento de la víctima es el mismo estando sola o si cambia cuando está con su pareja. Cuando el maltrato ya lleva tiempo es posible que la víctima actúe igual sola o con el agresor pero de una forma totalmente diferente a lo que realmente era antes de entrar a la relación.
- ¿Debo quedarme aquí?
La víctima mantiene un vínculo con el agresor con mucha intensidad y duración más allá de lo habitual en los primeros meses de enamoramiento, y es distinto a la dependencia sana y de amor que existe en las interacciones humanas.
Algunos de los ‘síntomas’ que se pueden ver es que la persona que sufre de estos abusos pierde su autonomía. El agresor empieza a prohibirle cosas como subir una foto o ir a algún lugar con sus amigos, esto puede ser de forma directa o con manipulación sutil o agresiva.
Vidal sostiene que “la línea fina entre lo normal y lo patológico es cuando empezamos a sospechar que no debemos estar ahí, que no nos hace bien y, aún así, seguimos ahí”.
Se puede observar a la víctima con duda e inseguridad pero a pesar del maltrato tiene una dependencia emocional que no la deja salir de ahí, ni tampoco la deja ver con claridad lo que está pasando. La persona agredida puede sentir que ‘algo no está bien’ entre lo que piensa, ve o siente y lo que el agresor dice y hace.
“Hay una pérdida de poder brutal y de toda capacidad para discernir lo que es real de lo que no, qué soy y qué no soy. (La persona agredida y lo que en realidad está pasando) están muy difuminadas”, señala Sandra Ferrer, psicóloga y fundadora de @programamia.
- ¿Eres la misma persona sola y con tu pareja?
Quienes se dan cuenta de este detalle es el entorno con el convives el tiempo que no le dedicas al agresor, aunque estas personas no siempre tengan contacto directo con él, se pueden dar cuenta del control que ejerce sobre la víctima con pequeñas actitudes como el tener el poder sobre ella con una sola mirada.
“Te da la sensación de que esa persona no es quien es al lado de quien la está agrediendo, no la reconoces, no percibes la parte espontánea, libre y fluida“, comenta Ferrer.
¿Qué hacer y qué no cuando ves que alguien sufre maltrato psicológico?
“Sal de ahí”, tan solo tres palabras y uno de los errores más grandes que se puede cometer diciéndolas a la víctima. Silvia Vidal y Sandra Ferrer dicen que es el problema más grave y lo primero que suele decir el entorno de la persona que sufre maltrato. Eso es lo último que debemos hacer.
“Tenemos que entender que la persona está bajo una manipulación de la que no es consciente y que, por lo tanto, no tiene motivo para dejar a la pareja. Y, además, seguramente se retraiga y no nos cuente nada sobre lo que le pasa”, dice Vidal.
Entonces, ¿cómo podemos ayudarlas?. Ambas psicólogas dan las siguientes pautas para sostener y ayudar a esa persona:
- Pregunta y escucha. Dejar que hable y callarnos que sienta que entendemos, sin tratar de darle soluciones para no perder la conexión y la confianza que esa persona pone en ti.
- No juzgues, regañes o le digas qué debe hacer. Decirle que cómo aguanta eso, que deje la relación o por qué ha vuelto a ella hace que se sienta culpable por lo que le pasa. Son personas que están sometidas a constante juicio (propio y de su pareja) y si te conviertes en alguien igual, se alejará. En vez de ello puedes buscar formas preguntando lo que necesita y demostrarle tu apoyo incondicional.
- No descalifiques a su pareja. Esto solo conseguirá que lo justifique, que ya no te cuente nada e incluso, que se lo cuente al agresor y el tenga un motivo más para alejarla de ti. Al final ella está ‘enganchada’ con esa persona.
- Respeta su ritmo. Se debe tener mucha paciencia con amigos que están en relaciones de maltrato. Puede que, al empezar a darse cuenta, salgan en un mes, o en años. Debes respetar su tiempo para que decida, y manténte ahí a su lado.
- Ayuda con información. Muéstrale cuentas de especialistas en el tema, post en redes, algún artículo o libro que sientas que pueda ayudarle a abrir los ojos y darse cuenta. Todo lo que le hagan ver que puede salir de ahí.
¡No dejes sola a esta persona! Brindale apoyo e información.
Fuente: BBC News Mundo