La pena capital se instauró en el año 2013, sin embargo, para su aplicación, debe estar plenamente demostrada la culpabilidad de quienes estén imputados.
En Singapur inclusive, respecto a los delitos de abuso sexual y otros semejantes, publican actualmente el nombre de los violadores y se televisan los juicios.
Antes de 1960 ese país era uno de los países más violentos del mundo, estaba entre los lugares con los más altos índices de criminalidad, por su cercanía con Malasia y China, siendo uno de los lugares de mayor tráfico de drogas.
Campeaban la impunidad, los malos manejos del gobierno y las mujeres no podían salir de su casa por miedo a ser abusadas sexualmente y después asesinadas. Era una ciudad sin orden y con un gran índice de tráfico de influencias.
Si bien hoy Singapur es una nación segura, en su momento hubo objeciones de organismos como Amnistía Internacional, pero en ese país encontraron la solución a la delincuencia ejecutando a los delincuentes en la horca.