La prisión de Hallby, ubicada a 100 kilómetros al oeste de Estocolmo, Suecia, es una de las prisiones de primera clase de seguridad, el nivel de seguridad más alto de las prisiones suecas. A pesar de tener una de las mejores infraestructura y de mayor número de efectivos que lo custodian, se convirtió en el epicentro de un hecho alarmante, pero a su vez bastante novedoso.
Dos presos que fueron condenados por un caso de asesinato secuestraron a dos guardias y se atrincheraron en una sala de seguridad exigiendo, en primera instancia, un helicóptero para salir de la prisión y también demandaron que los 20 reclusos de su ala recibieran pizzas de kebab, todo a cambio de la liberación del rehén.
En un inicio, la Policía en sus declaraciones se limitó a decir que se estaba llevando a cabo una operación de envergadura en la cárcel. La explicación justificó que agentes con autoridad especial estén en el lugar.
Poco después unas fotos mostraron a los agentes de policía metiendo varias cajas de pizzas en un coche. A horas 19:00, luego de ser entregado las cajas con pizza, se liberó al primer rehén y horas después liberaron al otro.