Un transeúnte se dio cuenta que el hombre que estaba pidiendo limosna estaba engañando a la gente, haciéndoles creer que tenía las piernas amputadas.
La verdad es que el sujeto simplemente tenía las piernas escondidas bajo la ropa, lo que quedó en evidencia cuando le quitaron los pantalones en medio de la calle.
Ante ésto, el supuesto lisiado no tuvo más remedio que salir arrancando sobre la tabla con ruedas sobre la que estaba acostado.