Sucedió en España, Emiliano Álvarez denunció hace cinco años a un cura de un seminario por abuso sexual. El hecho ocurrió entre los años 1976 y 1978 cuando la víctima tenía 10 años.
Tuvieron que pasar 45 años para que la iglesia católica reconozca los hechos cometidos contra él y otros niños.
Pero la respuesta que esperaba llegó como una disculpa impersonal enviada por Whatsapp y una llamada del responsable de atención a las víctimas de la diócesis.
Álvarez considera esta acción como un insulto y una broma de mal gusto, agregó que el castigo que se le dio al cura es insuficiente pues su experiencia no es menos que “terrorífica” por los dos años de abuso que sufrió.
Lo indignante es que el sacerdote demandó a Álvares por “infamias y calumnias” en el año 2019, y no fue apartado de sus funciones cuando inició la demanda.
El seminario de La Bañeza en León estuvo en la mira en los años 80 por otro sacerdote acusado de pederastia que fue condenado en 2018.
Las víctimas de Sánchez opinan que el sacerdote debería ser retirado del sacerdocio pues no se sabe si lo vigilarán. Por el momento no hay declaraciones por parte de la iglesia.