¿Qué es el Zodiaco?. Básicamente, una división en doce partes de la trayectoria descrita por el Sol cuando lo vemos moverse desde la Tierra de este a oeste.
Zodiaco, una representación de la energía cósmicaEstas doce áreas se denominan Rashis en Astrología védica o signos en la occidental y son como “ventanas estelares” hacia el Universo en las que, cuando miras al cielo, puedes ver una serie de constelaciones y estrellas. Los seres humanos desde la antigüedad hemos ido formando con ellas figuras imaginarias, dándoles diferentes nombres a lo largo de las distintas civilizaciones y culturas.
Para entender el zodiaco de una manera profunda tienes que partir de la existencia de un concepto fundamental y primordial en el Universo: la Shakti.
Ya hace más de 3000 años, en los textos clásicos se habla de Shakti como una energía cósmica; tiene carácter divino y femenino y desde la antigüedad en la tradición védica se ha representado en una forma encarnada como la Madre Zodiaco, una representación de la energía cósmicaDivina. Tanto si piensas en ella como energía o como encarnación, los textos dicen que el Universo está lleno de ella y su existencia hace que sucedan constantemente la creación, sostenimiento y destrucción de todo lo existente. Todo por tanto es energía.
Puesto que todo es energía, cualquier fenómeno ya sea físico o psíquico en cualquier nivel o plano de manifestación también lo es, incluso en última instancia lo material.
Algo que curiosamente la Física está proponiendo en sus postulados sobre el Universo y las leyes básicas que lo rigen; ahí está la famosa fórmula de Einstein de equivalencia entre materia y energía: E=mc2 (donde E es energía, m es materia y c es un número, la velocidad de la luz) o últimamente con la “partícula de Dios”.
En Astrología védica y el compendio filosófico védico hay una equivalencia e igualdad entre el Macrocosmos del Universo y el microcosmos de nuestro interior. Lo que es arriba es abajo y viceversa.
En este sentido, formamos parte del Cosmos, tenemos su misma naturaleza, por tanto somos también energía. Tenemos nuestra propia vibración que se relaciona inicialmente con uno de esos signos del zodiaco. La Shakti en nosotros se identifica con la energía o el poder del espíritu, consciencia o Atman.
Esta energía cósmica creadora, se expresa en nuestro interior a través de la Kundalini, una forma elevada de carácter creativo, psíquico y espiritual, que nos lleva al sentido último del Yoga clásico, la unión con la supraconsciencia.
Aunque en Astrología y en concreto la védica puedas hablar por ejemplo de karma, influencias planetarias, etc., a un nivel fundamental de lo que se trata es de energía.
Al observar los signos del zodiaco, puedes empezar a entender las diferencias entre ellos a consecuencia de las constelaciones y estrellas que aparecen dentro. Ves que no son las mismas; su influencia genera y modula la energía cósmica divina proveniente del Cosmos. Se crea lo que podrías llamar un “campo de energía”, distinto entre cada uno de los signos.
Por decirlo más claramente, todo el Universo es energía y a través de cada una de estas “ventanas” del zodiaco nos llega una parte de ella y sintoniza con una similar que existe en nosotros, en nuestro microcosmos. Así influye y condiciona determinadas áreas que, a nivel individual, puede manifestarse como personalidad, cualidades, relaciones, etc. Aplicados a personas y utilizando la psicología junguiana, se corresponden con patrones arquetípicos. Igual que hay otras diferencias entre Astrología védica y occidental, la forma determinación de este patrón personal o cual es el signo con el que una persona más se identifica es también diferente.
A la hora de caracterizar lo que transmite cada signo del zodiaco se utilizan una serie de atributos caracterizados y definidos de forma metafórica y simbólica: elementos, vibración, polaridad, dirección, planetas y estrellas asociadas, deidades protectoras, etc.
Por ejemplo, a un nivel elemental, la energía se ha representado clásica y tradicionalmente en forma de cuatro elementos: tierra, agua, fuego y viento.
Como todo es energía, ellos constituyen todo; sus características indican como se expresa esa energía en todos los planos, desde el más burdo de la materia hasta el más sutil de la consciencia. Es fácil que cada signo se vincule con un elemento.
Así por ejemplo, los signos del zodiaco relacionados con el fuego: Aries, Leo y Sagitario, tienen una manifestación energética que, como el elemento, nos transmite luminosidad, calidez, vigorosidad, brillo, que si hablas de una persona la hace entusiasta, directa, aguerrida y también egoísta y de corto temperamento.
De acuerdo con otra cualidad, la modalidad de vibración, cada uno de los signos se manifiestan a su vez según tres tipos que en Astrología occidental se llaman fija, cardinal y mutable y en la védica, firme o inmóvil (Sthira), activo (Chara) y dual (Dwiswabhava). Estos estados vibracionales están gobernados o controlados por deidades: Brahma (creador) para los signos del zodiaco activos o cardinales, Vishnu (preservador) para los duales o mutables y por Shiva (destructor) para los firmes o fijos.
Un signo cardinal o activo representa una energía externalizadora que genera acción en una dirección concreta. Así, signos cardinales de polaridad positiva como Aries o Libra, están relacionados con acciones en el presente relacionadas con proyecciones hacia el futuro, mientras que cardinales negativos como Cáncer o Capricornio están en acciones en el presente derivadas de recuerdos o memorias del pasado.
Conocer y comprender estos campos de energía o signos del zodiaco es sumamente difícil. Al igual que la energía que les caracteriza, su influencia trabaja en diferentes niveles de manifestación y por tanto en la medida que te adentras en su entendimiento la complejidad y la profundidad se hacen mayores.