El ácido hialurónico es un glucosaminoglucano de alto peso molecular, sintetizado por el sistema vacuolar de los fibroblastos y otras células, entre ellas los queratinocitos, con participación de los factores de crecimiento y en otras citosinas esto según Aurora Guerra Tapia, Enrique Gómez.
Esta sustancia producida naturalmente por el cuerpo humano que se encuentra en el tejido conectivo de la piel, en el cartílago o en los tendones de las articulaciones, “Con los años y el proceso de envejecimiento, perdemos la matriz extracelular de la piel, que se vuelve más delgada y floja”, explica la médica Alessandra Grassi Salles, coordinadora del Grupo de Cirugía Estética, Cosmética y Láser del Departamento de Medicina de la Universidad de Sao Paulo (USP), en Brasil.
Según Tapia: “Entre sus funciones se encuentran el formar parte de la estructuración de la matriz extracelular, de la homeostasis y de la migración celular. Por ello, juega un papel fundamental en el envejecimiento cutáneo, la curación de las heridas y la cicatrización.” comparte en la Academia Española de Dermatología y venereología.
“Terapéuticamente se usa en implantes de relleno cutáneo, antienvejecimiento y en aplicaciones tópicas en la curación de las heridas.” afirma Gómez.
Con el paso del tiempo es normal que la capa superficial de nuestro cuerpo se vuelva flácida, gane arrugas y acabe tornándose más delgada. Según la BBC Mundo es el momento donde entran las aplicaciones de ácido hialurónico: el objetivo es reponer o aumentar la cantidad de esta sustancia, con el fin de mantener la piel con el grosor deseado.