La pasado noche del lunes, la Federación de Panificadores Artesanos de La Paz decidió suspender la producción del pan de batalla en la sede de Gobierno, dando un plazo de 15 días a las autoridades nacionales, para agilizar la importación de la harina.
Desde hace dos semanas, la harina subió de precio en los mercados, hasta 220 y 245 bolivianos el quintal, aunque los panificadores señalan que está en 260 bolivianos. La subida del costo se dio a escala global por los conflictos entre Rusia y Ucrania.
“No podemos seguir más. El ampliado decidió suspender la producción del pan de batalla” mencionó Dandy Mallea, dirigente del sector.
Adicionalmente el dirigente hizo mención de que al menos se necesitan 100 gramos de harina cruda para obtener una marraqueta de 60 a 70 gramos, son grandes cantidades que ahora no se encuentran en los mercados.
“Se determina la no preparación del pan de batalla (marraqueta) por tener un costo altísimo para su elaboracióncon una buena harina que es la importada y se viabilice su repartición directamente al sector panificador”, señala una parte del voto resolutivo de los panificadores.
De igual manera otra resolución, le exige al Gobierno retomar las importaciones de harina y que este producto sea entregado directamente a los panificadores, dando “un plazo no mayor de 15 días a las autoridades que corresponda” para resolver la situación.
Por último el sector no “garantiza el abastecimiento de pan en el mercado de expendio”.