El último deseo antes de fallecer, del padre de Alejandra Arenas fue que con sus cenizas se plantara un árbol. El señor ya dejó este mundo y su última voluntad fue cumplida. Las cenizas alcanzaron para sembrar tres árboles.
Como el padre de Alejandra, más personas en su lecho de muerte pidieron colaborar con la vida de un árbol después de su deceso. Hasta el momento más de 3000 árboles fueron plantados en la Reserva Natural El Pajonal de Cogua, ubicada a 70 kilómetros de Bogotá-Colombia.
La demanda es tan grande que los familiares ahora buscan espacio para su arbolito. Incluso las funerarias tienen convenio con las reservas naturales para facilitarles la búsqueda de un lugar destinado a la siembra. También brindan servicio de cuidado para preservar la vida de estos árboles.
Aunque la idea de plantar árboles con las cenizas de los difuntos nació el años 2011, el 2014 se concretó con la Corporación Ambiental Colombia Reserva de Vida, quienes se encargan de conservar la reserva natural. Hasta el momento se plantaron más de 7 mil árboles.