Noemí, la niña que sostiene a su hogar
Lo hace cosechando coca, ella tiene nueve años, vive en Caranavi con su padre discapacitado y su hermana de 13 años que luego de un accidente se lesionó la cadera y tampoco puede trabajar.

Luego de que empeorara la discapacidad del padre, la madre los habría abandonado y se encontraría en la ciudad de La Paz. A su corta edad, se ve obligada a trabajar en la cosecha de coca para proporcionar sustento a su familia.
Pero eso no es todo, además de levantarse cada mañana muy temprano para cosechar, también debe cocinar, solo después de ello puede ir a la escuela, aunque ello la obliga a ausentarse en varias ocasiones o a llegar con retraso a las clases. De la misma manera se ve obligada a trabajar los fines de semana, sábado y domingo.
La difícil situación por la que atraviesa Noemí no fue ignorada por la comunidad de San Pedro de Yolosita a la que pertenece, tampoco por las autoridades educativas como las de la unidad educativa a la que asiste, quienes tras verificar su situación la hicieron pública y claman ayuda de las autoridades para esta familia.

Las condiciones en las que vive Noemí y su familia son sumamente precarias, inclusive ni siquiera tienen gas. Desde luego es imprescindible la aplicación de políticas estatales para que no se den este tipo de situaciones y brindarles el auxilio correspondiente, tal vez asistencia, tratamiento médico, educación y trabajo digno.
Y efectivamente, Noemí, triste y cabizbaja, narra que semanalmente suele cosechar 18 libras de coca, y lo que le pagan por ello debe alcanzarle para los gastos de toda la semana.

Por su parte, la hermana de 13 años, apoyada en un par de muletas y que no puede trabajar por ello para ayudar a su familia y a su hermana, ya que antes lo hacía, tanto en la cosecha como en la venta de la coca, pues en una ocasión al ir a bañarse en el río, cayó contra una roca y se lesionó seriamente la cadera, se siente muy mal por no poder ayudar y espera un tratamiento médico que le permita rehabilitarse.