Los niños viven su propio mundo y los adultos no son quien para destruirle las fantasías que construyen en su mente. Bien lo saben dos policías quienes fueron “desafiados” por una niña a una carrera de velocidad.
Aunque la menor estaba en su bicicleta, en ningún minuto se amilanó y los oficiales, quienes estaban en un auto, entendieron desde un comienzo quien debía ser la ganadora.
Foto: Shutterstock
//