De acuerdo a todas las investigaciones, la unidad se encontraba bajo el poder del Sargento Basilio Mamani, quien pese a ser contactado por Bolivisión, nunca atendió las llamadas. Sin embargo, tras la recolección de los indicios, el fiscal confirmó que el agente se encontraba prófugo de la justicia, no obstante algunos efectivos desconocían el caso cuando fueron abordados por la prensa.