Las intensas lluvias azotan diversos sectores del país. El aumento del nivel de las aguas en las cuencas provoca inundaciones que, en las zonas urbanas, dejan avenidas y viviendas anegadas, afectando gravemente a los residentes. En el ámbito rural, los cultivos son los que más sufren las consecuencias de estos desastres naturales.
En las últimas horas, un aguacero dañó al menos 15 viviendas en Taipiplaya, Caranavi, afectando también calles y vehículos. Además, en Bajo Llojeta, La Paz, persiste el riesgo de deslizamientos debido a deficiencias en las labores de estabilización, según la Alcaldía.
En el Valle Alto de Cochabamba, las cosechas de maíz, papa y alfalfa quedaron paralizadas debido a que más de 54 hectáreas de cultivo están inundadas, y la cifra sigue en aumento.
En el Beni, las lluvias continuas han provocado un aumento en el caudal de los ríos Mamoré y Maniquí, afectando a la comunidad de Chacal.
Mientras que en Santa Cruz, el municipio de Quirusillas, ubicado en los valles cruceños, fue afectado por el desborde de un río que inundó los cultivos de frijol y maíz. De la misma forma, las calles de la zona urbana quedaron anegadas tras las intensas lluvias.
Ante la persistencia de lluvias en el país, el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) emitió una alerta naranja por lluvias y tormentas eléctricas en siete departamentos.
La alerta, que entró en vigencia ayer, afecta a Chuquisaca, el norte de La Paz, Cochabamba, Tarija, Santa Cruz, Beni y Pando.