Ashton de sólo 3 años vivió, por primera vez en su vida, un encuentro de su deporte favorito sentado en las gradas y cantando con la hinchada.
Durante el amistoso entre el Sheffield Wednesday, equipo de la segunda división inglesa, en el que derrotó 3 a 0 al Port Vale, perteneciente a la tercera categoría, se vivió un emotivo momento que pocos lograrán olvidar. Sam Stevenson, fanático del Sheffield Wednesday, decidió llevar por primera vez a su pequeño hijo Ashton, de 3 años, al estadio. Como parte de la sorpresa, el padre le cubrió los ojos al menor hasta que llegaron a las gradas, donde el niño se quedó sin palabras ante lo que estaba frente a sus ojos y sólo consiguió llevarse la mano a la boca como señal de incredulidad.
Así fue como Ashton logró disfrutar de la pasión que comparte con su padre, quien también aprovechó la ocasión para enseñarle varias canciones de la hinchada para que pudiera corear desde el interior del estadio.
