El desayuno suele ser ligero; consta de té, queso fresco, pan, mantequilla, mermelada o miel y aceitunas. La comida principal del día se toma al final de la tarde y suele tener varios platos.
La cocina tradicional turca incluye el meze, una bandeja o tabla de entremeses, compuesta por hojas de parra rellenas, ensalada, camarones y otros artículos diversos y shish kebablar (brochetas de cordero). La carne es a menudo asada. El pescado es abundante en el Bósforo y en la costa, pero suele ser caro. Las verduras por lo general se preparan con aceite de oliva y es común el arroz pilav. Las sopas son una parte importante de la dieta.
Los postres turcos incluyen el baklava (pastel bañado en jarabe) y el muhallebi (budín de leche).
El café turco (kahve), es una infusión espesa servida en tacitas, que acompaña cada comida. A pesar de ser en su mayoría musulmanes, a los turcos les gusta la cerveza, el vino y el licor de la región. La bebida nacional es el raki, un aguardiente anisado de uva blanca, similar al ouzo griego o al pastis francés, que se enturbia cuando se le añade agua.
El desayuno se toma hacia las 7 de la mañana o antes en las zonas rurales. La comida es a mediodía y la cena, la comida principal, es hacia las 19 horas, cuando suele reunirse toda la familia. Las costumbres alimenticias varían según la región. Normalmente, muchas comidas se toman con los dedos, pero los cubiertos se emplean cada vez más. Al comenzar o terminar una comida, uno puede decir Afiyet olsun (Puede que comer te traiga salud). Uno puede alabar la preparación de la comida al decir Elinize saglik (más o menos, Bendita sea tu mano).